Y nos metemos en la semana 4, la semana de Navidad, y contra todo pronóstico, sí, una semana de entrenamiento según lo planificado. Ni la Nochebuena ni la Navidad ni las gambas ni el alcohol… Dando el callo.
- El lunes lo empezamos con una sesión de fuerza y 20 minutos de trote. Todo correcto.
- Martes, series de 400 metros. Dos bloques de 4 series. Y ni tan mal. Hueco y hambre para la cena de Nochebuena. Eso sí, pasar calor en diciembre yendo de corto, no tiene precio.
- El miércoles costó algo más levantarse pero saqué para
rodararrastrarme media horita antes de volver a la comilona del día de Navidad.
- Al viernes llegué pagando los excesos de la semana o vete tú a saber. En fin que peligró un poco pero era repetir la sesión de fuerza. Aquí tocaría hablar del never give up y las chorradas varias pero no. Básicamente no me estaba muriendo y no era una sesión precisamente complicada.
- Y por último el sábado sacamos ganas para hacer un 5.000 a un ritmo vivo. Todo en su sitio, acabando a oscuras con la satisfacción de sí, acabar una semana como tocaba!