«Hazte una prueba de esfuerzo pero no te la hagas aquí», esta sería la recomendación que le daría a cualquier persona que se plantea la necesidad de hacerse una prueba de esfuerzo. ¿Y aquí dónde es? Pues aquí es la Unidad de Medicina de Deporte del Hospital Sanitas Las Moraleja. Fotos y posts de influencers aparte, os voy contar mi experiencia en un sitio que, a priori, pensaba que ofrecía ciertas garantías. Lo vivido hasta el momento (aún hay reclamaciones de por medio), sólo confirma que las pruebas de esfuerzo han pasado de ser un tema de salud a formar parte de la burbuja del running.
Del informe, de 9 páginas que he recibido (sin casi datos sobre la prueba), el análisis de la prueba se reduce a una página. Casi todo son explicaciones teóricas sobre la prueba y el modelo trifásico propuesto por Skinner y McLellan. A destacar, una página entera sobre recomendaciones nutricionales (Debe realizar 5 comidas al día, Debe realizar una alimentación variada con la siguiente distribución: 55-60% de carbohidratos, 20-25% de grasas, 15-20 de proteínas, y así hasta rellenar una hoja); a ver, no tengo el tipín de Chema Martínez pero tampoco me veía tan jodido para que en una prueba de esfuerzo las principales recomendaciones sean sobre nutrición.
Desde el principio, La Unidad de Medicina de Deporte del Hospital Sanitas Las Moraleja y yo, creo que no hemos empezado con buen pie. El momento citas fue complicado, incluyendo una llamada para cambiar de día una cita que me habían dado y confirmado por SMS y sin embargo, al parecer no existía (anda que si me llego a presentar allí y me dicen que no tengo cita…).
Pero vamos allá, primera parte de la prueba con una enfermera que te pesa, mide, toma la tensión y te realiza la espirometría. Preguntas básicas sobre salud y en alguna de las respuestas, hablamos de que no era mi primera prueba de esfuerzo y hablamos de que mis pulsaciones mientras corro son algo más altas que la media (y que paso sin gran problema de las 190, sin entrar a valorar si eso es bueno o malo).
Subimos a la cinta, tapiz rodante o como lo queráis llamar. Me colocan los cables, la petaca, la «camiseta» de rejilla, la mascara (tan pequeña que me aprieta la nariz)… Cuando comento que la mascara me aprieta, la solución es soltarla un poco (esto luego corriendo fue bastante incomodo). Pero sigamos, sigamos… Comenzamos la prueba. Van pasando los minutos y vamos subiendo la velocidad, varias veces se me pregunta si voy bien, a lo que contesto con el pulgar hacia arriba, todo correcto. En una de estas escucho que la doctora le comenta a la enfermera que vamos por el 85%, siguiente pregunta sobre si voy bien, misma respuesta (pulgar hacia arriba), comentario de la doctora a la enfermera: «cuando llegue al 100% paramos». Y sí, el 100% es lo que estáis imaginando: 220 – la edad. Sí amigos, en la Unidad de Medicina de Deporte del Hospital Sanitas Las Moraleja, cuando te hacen una prueba de esfuerzo, las pulsaciones máximas se deciden aplicando la formula 220 – la edad (si alguno tiene dudas le puedo enseñar el informe). Y sí… al llegar al 100 % teórico (deben ser lectores de Runner’s World), la maquina se paró.
Imaginad mi cara… ¿pero que coño ha pasado aquí?. Sin embargo, lo «mejor» estaba por llegar, las explicaciones recibidas:
- No bueno, lo he parado al llegar al 100%. No, lo has parado al llegar al 100% teórico. Bueno, es que… Perdona has hecho 220 – la edad, esto lo puedo hacer en casa, ¿no?. Bueno no, claro que no, he tenido en cuenta más cosas, gases y tal… Resultados que aparecen en el informe: 220 – la edad.
- Pero como os comenté antes, mi 100% no coincide mucho con los valores medios, por eso os avisé. ¿Eh? no, no me has dicho nada… Sí, perdona, se lo he dicho a la enfermera que es la que me ha estado haciendo la entrevista previa. Bueno bueno, no te preocupes, con lo que tengo ya es suficiente. ¿Pero a ver, no se supone que debería hacer un esfuerzo máximo? No no, eso no es bueno, no debes estar a pulsaciones altas (el fin del HIIT ha llegado). Si nos vamos a la descripción de la prueba en la web de Sanitas, parece que alguien no se aprendió la prueba: Es muy importante que se intente realizar el máximo esfuerzo posible para que los resultados de la prueba sean fiables.
- Perdona pero has parado la prueba cuando estaba bastante lejos un mi esfuerzo máximo; no sé, me hago también la prueba por conocer las zonas de entrenamiento y creo que te va a ser difícil, ¿no?. No, claro, no hace falta llegar al máximo, ya veras el informe (Si alguien quiere ver el informe que me avise, en serio, no tiene desperdicio). Sinceramente, creo que no has hecho bien la prueba pero tu eres la profesional. Claro, no te preocupes, cuando analice los resultados si está mal ya te la repito. Por eso debe ser que en el informe no hay datos y como decía al principio, los datos sobre la prueba se reducen a menos de una hoja.
- Pero no es la primera vez que me hago una prueba. Ah, ¿no? No, ya os lo dije antes. ¿Y tienes los resultados aquí? Sí, los tengo en el email. Ah, ¿me los enseñas?. Ajam, sí, ya veo, ¿me los mandas por email? (eso nunca pasó, ni me dio el email). Pero claro, lo bueno es que tenemos dos pruebas que comparar. Una con datos y un informe, y otra sin mucho dato y hecha sobre valores teóricos.
En definitiva, que parece que dentro de la burbuja del running, también hay un hueco para la salud, al menos es la conclusión que saco de la prueba realizada en la Unidad de Medicina de Deporte del Hospital Sanitas Las Moraleja. El informe recibido se basa en valores teóricos, podría ser mi informe o el de cualquier persona de mi edad, y las zonas de entrenamiento coinciden casi a la perfección con las zonas que te podrías sacar automáticamente de cualquier web (aquí os dejo un ejemplo), que ni se acerca a valores de pruebas pasadas ni ofrece datos que alguien pudiese interpretar. Es decir, que si lo que estas buscando es una prueba sin sentido en la que tirar el dinero, la prueba de la Unidad de Medicina de Deporte del Hospital Sanitas Las Moraleja es tu sitio; podrás compartir fotos y experiencia y ser todo un influencers, pero si ves entrar por la puerta a una doctora rubia, ya sabes lo que te puedes esperar.
Estoy seguro de que algunos habréis tenido buenas experiencias en este sitio, si no, no entendería que hayáis estado hablando bien de él, pero yo sólo os puedo contar mi experiencia. Tal vez sea una doctora nueva, tal vez sea una mala tarde, tal vez… pero el tema de los valores teóricos y que lo niegue durante la prueba y luego te lo encuentres en el informe…
P.D. Sí, he puesto una reclamación y os contaré lo que acabe pasando.
El cardiólogo que, originalmente, creó esa fórmula del cálculo de la FCMax., dijo posteriormente, que nunca había dicho que fuera un cálculo fiable para todo el mundo y se sorprendió por su estandarización. Incluso pulsómetros de marcas punteras traen esa fórmula como predeterminada. Yo tengo que cambiar la fecha de nacimiento, y hacerlo cada cumpleaños, para que me de mis zonas correctas, porque,si no, me daría como FCMax. las pulsaciones correspondientes a un rodaje a ritmo alegre, en las que me siento muy cómodo y puedo estar una hora o más… A algunos no nos baja la FCMax. apenas aunque cumplamos muchos años. Por eso, yo prefiero hacerme un test de campo o en tapiz rodante en un gimnasio, de forma artesanal, sí, y sin análisis de gases, también, pero el conocimiento de uno mismo, tras más de cuarenta y cinco años corriendo, me hace saber n que zonas debo entrenar para cada tipo de trabajo.
Gracias Norberto. Sí, lo grave es que en un centro de “medicina deportiva” como es supuestamente este hospital, ese sea su criterio.