Hace unos meses tuve una noche tonta y me acabé apuntando del tirón a la Midnight Trail y a un Maratón como el que se apunta a una visita a una bodega. En lo de la Midnight Trail tuvo que ver la mala influencia del Community Manager de Merrell (me sigue debiendo unas cervecas).
¿Y qué era eso de la Midnight Trail? Pues una carrera nocturna por el Tibidabo, facilona (casi todo pista), con vistas nocturnas de Barcelona y que te deja entrar corriendo a una iglesia iluminada por velas y el órgano a todo trapo (yo le hago la ola al ideólogo de este final).
De la organización nada que comentar (bueno, algunas explicaciones en algún otro idioma para los que nos perdemos un poco con el catalán igual habría estado bien): autobús para llegar, facilidad para recoger el dorsal a los que íbamos de fuera, cerveza y bocata al llegar…
Yo que quereis que os diga, entrenar lo que se dice entrenar, pues no mucho. Si hablamos de metros de desnivel positivo, yo creo que me salen más negativos. Así que partiendo de aquí y sin tener ni puta idea de lo que me iba a encontrar, pues me lo pasé bien y disfruté de que no exigiera demasiado.
En lo que al posturómetro se refiere, la Midnight trail se dispara:
- Posibilidad para sacar el frontal a pasear (así no hace falta que os vayáis al parque a hacer el gusiluz)
- Selfies y más selfies: hola tengo un frontal, hola mira que vistas, hola estoy en alto del templo…
- Que mejor que hacer un Trail coincidiendo con la Ultrapirineu sin salir de la ciudad
Ah, y encima las fiestas de la Mercè jeje
Noche divertida y sí, obtiene el sello Carrera Postureo