Ya sabéis que a mi me cuesta lo suyo escribir cualquier post, pero bueno, tratándose de la Carrera de la Ciencia, hacer la crónica de la carrera es fácil. XXXVIII por si no lo sabéis, son 38 ediciones de Carrera de la Ciencia, y sí, no es una organización espectacular, fallan algunas cosas (o al menos son mejorables) y tras 38 años, pues no sé, es chocante que sigan repitiéndose pero aún así es de los pocos 10k que corro en Madrid.
Sobre la carrera y lo que hacen bien y mal, me da pereza, así que os dejo las revisiones pasadas y si veis que ha cambiado algo, lo actualizamos.
No es broma, es una carrera lineal en cuanto a organización. No hay sorpresas ni respecto a la bolsa del corredor (sabes que sólo cambiará el color, los próximos años ya va a empezar a complicarse el tema) pero poco más con la misma salida caótica, cuesta abajo y en la que te encuentras a gente casi andando que sale desde las primeras filas.
Este año la innovación ha sido, agua en el km 5 y leche de soja en meta… ¿en serio? Que me parece muy bien que las marcas metan la pezuña, pero coño, ¿sin agua en meta?.
Y bueno, este año me voy más o menos contento con mi carrera, así que me da que volveremos en 2019.
Por cierto, creo que es la carrera en la que escucho a más gente decir que está mal medida. He oído a uno hasta decir que paró el GPS cuando le saltó que llevaba 10 km aunque aún no había acabado la carrera. En serio, hacéis cosas muy raras.
Por cierto, los ganadores y la clasificación los tenéis aquí
