Esta semana ha sido la de las dudas. Más cansado de lo habitual con algún que otro problema para sacar tiempo, alguna resaca y las piernas algo pesadas, me ha costado más de lo que yo pensaba el completar alguna de las sesiones. Y a todo eso, sumemos que hemos empezado la operación bikini y el aporte de hidratos lo he disminuido bastante. En fin, que por una u otra razón, esta semana no me he sentido todo lo bien que me gustaría o esperaría. Y sí, supongo que verme ya en febrero no ayuda a ser optimista. Dicho todo esto, pasemos a los entrenos:
- Lunes: Sesión en el gimnasio completada con un paseo en la maquina del infierno, porque si ya de por si, las cintas para correr en el gimnasio son el mal, la curve no tiene nombre. Pero oye, yo soy así…
- Martes: Descanso obligado como siempre por mi señor jefe.
- Miércoles: Cambios de ritmo con gripada de motor incluida. Mismo entreno de la semana pasada pero subiendo el ritmo un poco y lo que la semana pasada me costó pero fue llevadero, esta vez fue excesivo. En fin, un calentón de invierno.
- Jueves: Tocaban 10 km a ritmo controlado pero no siempre se puede hacer lo que uno quiere y entre trabajo y cenas con amigos, los 10 se quedaron en 6 y medio, aunque a un ritmo más alegre.
- Viernes: Resaca y fuerza.
- Sábado: Series de 800 y 1.000 metros acabando con unos cuantos 100 en progresión.
- Domingo: 18 km para cerrar la semana. Algo pesadete pero tampoco estamos para quejarnos. Las piernas algo cansadas desde que salí, así que Garmin me dio otra insignia, de esas que os gustan tanto.